Lograr cocinar una carne al punto si se tienen unas nociones básicas sobre este alimento ¡es más fácil de lo que piensas! Y en este post te vamos a dar unos consejos con los que ya no tendrás excusas para no hacerla.
La carne tiene orígenes y topos de corte muy distintos, pero todos coinciden en que este producto siempre ha sido protagonista de nuestra alimentación diaria, de celebraciones y de numerosos buenos momentos acompañados de familia o amigos.
Vacuno, cerdo, cochinillo, pollo, conejo, pavo, cordero… hay una gran variedad y las encontrarás todas con la mejor calidad en nuestra carnicería, de Ahorramas. Como decimos, todas están presentes tanto a diario como en ocasiones especiales, y ahí tenemos el ejemplo del pavo o el cordero en las Navidades. Cada tipo de carne tiene sus momentos. Sin embargo, cuando hablamos del vacuno se abre ante nosotros un mundo de posibilidades.
Dentro de la carne con origen vacuno podemos hablar de diferentes tipos según su corte. Los más populares son la chuleta o chuletón, el solomillo y el entrecot. La primera es una parte del costillar que mantiene el hueso, lo que le da un característico toque sabroso. El solomillo pertenece a la zona entre el lomo y los riñones del animal, que es muy tierno y no tiene apenas grasa. El entrecot, por su parte, tiene su origen entre las costillas y es perfecto, por ejemplo, para disfrutar en barbacoas.
Elige tu carne y logra el punto
Dicen que para gustos los colores, ¡pero pasa lo mismo con la carne! Recordemos que hay más tipos, como el lomo alto y el bajo, la picaña, el t-bone, el vacío o la entraña. Una vez que hayamos elegido alguna de las variedades de vacuno que vamos a cocinar, debemos saber en qué punto exacto queremos que esté la carne que queremos nosotros mismos o los posibles invitados que tengamos.
Con la expresión punto de la carne nos referimos al grado de cocción al que sometemos a la carne, al hacerla asada en una plancha, parrilla o sartén. El punto depende de la temperatura que alcanza la carne al cocinarse, que normalmente está en un rango entre los 50 y los 70 grados. Cuanto más tiempo la mantengamos sobre la fuente de calor, más “hecha” estará. Podemos ir viendo cómo va variando el color, de más rosado o más oscuro, en función de cómo avanza su punto.
Las carnes pueden estar muy hechas, poco hechas o al punto. Se suele considerar que una carne está “al punto” cuando está en un término medio de cocción en el que la carne no sangra pero tampoco está excesivamente tostada por el exterior. Es decir, cuando no está ni muy cruda ni demasiado cocinada, con una temperatura entre los 60 y los 70 grados.
Cada opción tiene sus partidarios en función de la jugosidad, textura y sabor que cada persona aprecia en el alimento. Lo que es seguro es que en la carnicería de Ahorramas encontrarás la mejor y más variada materia prima para preparar la carne a tu gusto.
Ahora que tienes toda la información para hacer la carne al gusto, ¡ya puedes pasar a la práctica!