El mundo natural está lleno de maravillas, pero también de riesgos. Entre esos riesgos, encontramos contaminantes en el ambiente como bacterias y productos químicos que, si no tomamos precauciones, podrían llegar a nuestra mesa a través de las frutas y verduras.
Antes de sumergirnos en las prácticas recomendadas, es vital comprender el por qué. El medio ambiente, incluyendo suelos, agua y polvo, es un caldo de cultivo para bacterias y otros agentes contaminantes. Si no lavamos y manipulamos adecuadamente nuestros alimentos, podríamos ingerir estos contaminantes, lo que representa un riesgo para nuestra salud.
Por ello es muy importante que la manipulación que hagamos sea adecuada antes de consumirlas.
Qué hacer en casa:
- Tener la costumbre de conservar las frutas y verduras en la nevera.
- Ser conscientes de separarlas de alimentos cocinados y crudos.
- Almacenarla en la zona menos fría (los cajones).
- Tener presente que alguna fruta y verdura que por su naturaleza se pueden conservar a temperatura ambiente como cebollas, patatas, cítricos o los plátanos.
Y en la cocina, ¿qué ocurre?
- Lávate las manos antes y después de la manipulación.
- Igual ocurre con los utensilios que vayamos a utilizar (cuchillos, cucharas, etc.) y las superficies de trabajo en la cocina – limpios y secos.
- Debemos lavar las frutas y verduras.
- Las frutas y verduras se deben manipular separadas de otros alimentos, con mucho cuidado cuando se vayan a consumir en crudo.
Cómo lavamos las frutas y verduras:
- Las lavamos debajo del grifo, aunque las vayamos a pelar. De esta forma evitamos que la posible contaminación pase del cuchillo a la fruta/verdura.
- Para algunas frutas como el melón, sandía o verduras como el pepino o calabacín (de piel dura), usa unos cepillos para aplicar una adecuada limpieza.
- Después del proceso de lavado, secar con papel.
- Si vas a comer las frutas y verduras crudas, proceder a su desinfección mediante una inmersión de unos 5 minutos con agua potable con 1 cucharadita de postre de lejía (4,5ml) por cada 3 litros de agua. Después acláralas con abundante agua.
- Atención: la lejía debe ser apta para la desinfección de agua de bebida o alimentos, esto lo podrás leer en la etiqueta de la botella de lejía.