Si estás deseando saber cómo hacer que tu pizza casera se convierta en la favorita de toda la familia, has llegado al lugar indicado. En Ahorramas queremos que te conviertas en lo que siempre has deseado: un auténtico maestro pizzero. Para ello, vamos a ponértelo más fácil y cómodo que nunca. Verás cómo con nosotros vas a dominar el arte de una de las comidas más irresistibles del mundo. ¡Y más si hablamos de casas en las que los pequeños se vuelven locos por la pizza!
Desde luego, no nos equivocamos si afirmamos que la pizza es uno de los platos más populares en todo el planeta. No tiene límites de edad ni fronteras, gusta a mayores y pequeños, y aunque Italia es su cuna, la podemos encontrar en todos sitios. Aunque ya se venían tomando panes con especias, aceite o queso desde los tiempos de los griegos, persas o romanos no fue hasta finales del siglo XIX cuando la pizza comenzó su verdadera historia de conquista de paladares a nivel mundial.
Ese dominio tiene un origen muy concreto en el tiempo. Se habla de que en el año 1889 el rey italiano Umberto I y su esposa Margarita visitaron la ciudad de Nápoles y entonces un pizzero local quiso sorprenderles en la mesa. Les preparó y sirvió algo que sería histórico, una pizza decorada con los colores de la bandera de Italia a modo de ingredientes. Tenía el verde de la albahaca, el blanco del queso tipo mozzarella y el rojo lo ponía, claro, la salsa de tomate. A los monarcas les encantó. Acababa de nacer la pizza más clásica de todas, la llamada “Margarita” en honor de la reina. Y comenzaba la conquista mundial de la pizza.
Cómo hacer pizza casera con Ahorramas como si estuvieras en Italia
Los secretos para hacer una pizza casera para chuparse los dedos empiezan por elegir los ingredientes en Ahorramas. Te bastará una visita a tu supermercado más cercano para hacerte con ellos, comenzando por la base. Como sabes, en ella está parte del secreto del sabor de la pizza. Solamente necesitas harina, agua, levadura, sal, azúcar y aceite de oliva. Mezcla en un bol la harina y la sal, por un lado, y en otro la levadura, el azúcar y el agua. Añade el agua al primer recipiente y mezcla todo para tener una masa a la que le iremos añadiendo más aceite.
Esa masa es la que vamos a ir manipulando sobre una mesa mientras le vamos añadiendo más harina por encima. Cuando esté lista esa masa, haremos con ella una bola que necesitará fermentar durante unas tres horas a temperatura ambiente. Pasado ese tiempo, volvemos a poner la masa en la mesa, previamente enharinada, y vamos estirándola hasta conseguir la típica forma redondeada de la pizza. Un consejo para conseguir una verdadera masa como en Italia es que el grosor no supere los cuatro milímetros de alto.
A continuación ya solo nos queda poner encima de la mesa los ingredientes deseados. No pueden faltar dos básicos a partir de los cuales desarrollar nuestra pizza: la salsa de tomate con la que untaremos la base y el queso mozzarella. A partir de ahí, y antes de hornearla unos 10 minuto, la imaginación manda: verduras, pimiento, pollo, jamón de york, anchoas, atún, aceitunas negras, más quesos…
Hay una para cada gusto y para cada ocasión. ¡Disfruta de la pizza en familia con Ahorramas!