¿Sabes en qué consiste la cocina de aprovechamiento? Si es así, te hablaremos un poco más sobre ella, que siempre viene bien ponerla en valor. Y, si no, has venido al lugar indicado, porque en Ahorramas te vamos a explicar qué es y cómo sacarle partido a tus alimentos en la vida diaria. Quédate con nosotros porque te va a interesar. Para empezar, te diremos que puede que hayas escuchado esa expresión, cocina de aprovechamiento, porque viene de una larga tradición en nuestras casas, algo que tiene que ver con la sabiduría culinaria y el buen hacer de nuestras abuelas y madres.
La cocina de aprovechamiento nos conecta con la sencillez de siempre. Se trata de una forma de preparar platos que pueden dar salida a ingredientes que aparentemente podemos pensar que ya no tienen utilidad posible o que están próximos a su fecha de caducidad. Es una opción muy ventajosa porque con ella podemos ahorrar tiempo, dinero y no solo eso, sino que también seremos capaces de elaborar platos de lo más sabroso y apetitoso.
Además de contribuir a tu bolsillo y a tu tiempo, la cocina de aprovechamiento también favorece una mejor planificación de la semana. Podremos, por ejemplo, organizar de forma eficiente los tuppers que nos vamos a llevar a la oficina o las cenas de casa consiguiendo que nada sobre. Con esta técnica, por si fuera poco, no solo optimizamos nuestros recursos, sino que el planeta y su sostenibilidad también se benefician. Mediante ella, reducimos la cantidad de alimentos que tiramos, y con ello la suma de residuos. Como ves, ¡con la cocina de aprovechamiento todo son ventajas!
Con Ahorramas se aprovecha mejor
Porque quizá nunca te habías parado a pensarlo, pero en la llamada cocina de aprovechamiento están muchas de las esencias de la gastronomía tradicional. Pensemos, por ejemplo, en las croquetas. Hay pocos platos tan populares como ese. Pues es el ejemplo perfecto de cocina de aprovechamiento. La lista de ingredientes que podemos reciclar en unas croquetas es infinita. Pollo, cocido, pescado, jamón, verduras o setas, junto a una buena bechamel, son imbatibles.
Hazte con provisiones de productos frescos en nuestros supermercados y sácales el máximo partido. Porque con la cocina de aprovechamiento, todo aquello que parezca “sobrante” de tus guisos principales, en realidad te servirá para hacer, además de croquetas, algo tan socorrido como cremas o sopas. Zanahorias, calabacines, calabazas, puerros o espinacas que creas que se te van a “pasar” seguro que pueden reconvertirse en una excelente opción para el otoño. ¿El gazpacho o el salmorejo de toda la vida? Otro fantástico ejemplo para sacarle el jugo a tus hortalizas y al pan.
Las ensaladas, por ejemplo, son otra buena manera de dar salida a los alimentos que más lo necesiten. O las clásicas empanadillas. Además de las típicas de bonito, carne o verduras, te proponemos aprovechar en ellas tus platos de arroz. Las tortillas rellenas son otra oportunidad perfecta para que utilicemos de forma inteligente nuestras provisiones. Y lo mismo ocurre con las pizzas, eso que tanto gusta a todos y que permite prácticamente todo tipo de ingredientes. Y si aprieta el frío tampoco podemos olvidarnos de los canelones, un plato que nos remite a la cocina casera de toda la vida y que es todo un arte en lo que a darle otra vida a la comida se refiere.
Para finalizar, te recordamos algunos consejos que no debes olvidar ligados al bienestar en la cocina. La importancia de planificar una lista de la compra y un menú semanal que permitan optimizar tus productos. De igual forma, un truco para ahorrar tiempo es el batch cooking, o cocinar en un par de tardes casi todo lo que necesites para la semana. También, para no tirar nada, almacena de forma correcta tus alimentos en la nevera, tal y como te explicamos aquí. ¡Con Ahorramas todo sale bien!