Semana Santa con Ahorramas: ¿de dónde viene la tradición de comer torrijas?

La Semana Santa es uno de esos periodos que solemos marcar bien en el calendario anual. Y es que hay unos cuantos motivos para ello. Pero hay algo que normalmente une a todo el mundo: la devoción por las torrijas y otras comidas típicas de la Semana Santa. ¡No es para menos! Ha llegado la hora de disfrutar de una de las creaciones más típicas de nuestra gastronomía, que, por otra parte, es riquísima en variedad y sabor. Pero, ¿de dónde viene la tradición de preparar y comer torrijas en Semana Santa?

Para responder a esta pregunta, debemos viajar en el tiempo varios siglos atrás. Ya los romanos mojaban trozos de pan con leche, en lo que sería un antecedente de la actual torrija, aunque le faltaban ingredientes clave como la yema de huevo, el aceite para freírlo en una sartén y el azúcar. En la Edad Media las torrijas ya se iban pareciendo bastante a las que conocemos hoy en día y además, se solían regalar a las mujeres que acababan de dar a luz para ayudar a que se recuperen del parto. 

Esta Semana Santa, mucho más que torrijas con Ahorramas

La hipótesis acerca de cómo las torrijas se convirtieron en un bocado especialmente asociado a la Semana Santa pasa por su aporte calórico al alcance de todos. Con ingredientes tan básicos como los citados (pan, leche, huevo, aceite y azúcar, y con las variantes de vino, canela y miel) la población era capaz de alimentarse en un periodo, tanto el de la Semana Santa como el de la Cuaresma, que tiene mucho que ver con la austeridad de alimentos. Afortunadamente, hoy en día, las torrijas son, sobre todo, sinónimo de disfrutar en la mesa. De hecho, ¡hay gente que las lleva esperando todo el año! Y no es para menos, porque nos encantan. Por eso, en Ahorramas tienes todo lo que necesitas para preparar tus deliciosas torrijas caseras.

La Semana Santa, con Ahorramas, es mucho más que torrijas. Una de las estrellas de este periodo es el bacalao, que en nuestros supermercados y tienda online encontrarás en diferentes formatos. Con él podrás cocinar fantásticos guisos como el potaje típico de esta época del año, con garbanzos y espinacas, así como, empanadas, pimientos rellenos y sopas de pescado. No puede faltar, si hablamos de estas últimas, la reconstituyente sopa de ajo

Y, aunque tanto la Cuaresma como la Semana Santa son días asociados a la abstinencia del consumo de carne, no podemos olvidar la tradición de comer cordero en el Domingo de Pascua. El origen de esta costumbre lo hallamos en que es un símbolo de redención y en el comienzo de la primavera.

Adivinamos lo que estás pensando ahora mismo… Una Semana Santa no estaría completa sin sus postres y dulces típicos. Y es cierto. Estos van mucho más allá de las irresistibles torrijas. Por ejemplo, los “primos-hermanos” de éstas, los pestiños, que podrás elaborar en casa con ingredientes parecidos. La leche frita, las rosquillas de anís, los buñuelos de viento, el arroz con leche o las filloas tradicionales gallegas son excelentes maneras de cerrar un almuerzo o una cena, o también merendar, en esta época del año tan especial.

Unos días que en Ahorramas queremos celebrar, como siempre, junto a ti.