Las tablas de quesos son uno de esos platos que no pueden faltar en una reunión social. Y es que en ella se reúnen varias de las virtudes de este alimento. La primera es, sencillamente, el atractivo de su sabor: el queso gusta a muchas personas. Y no solo eso, a quienes les gusta suele también apasionarles. El mundo del queso es tan amplio que además no sería descabellado llegar a pensar que hay un tipo para cada gusto y paladar. Para cada momento, también. Estos son los secretos para configurar una buena tabla de quesos para cualquier ocasión.
La definición de una tabla de quesos, en primer lugar, nos lleva a una tabla de madera. En ella es donde suelen presentarse, debidamente dispuestos y ordenados, los distintos quesos que el anfitrión ofrece. Por lo general, es recomendable utilizar una tabla que no sea especialmente porosa. Así, el sabor y olor del queso no penetra en ella y es más fácil de limpiar. Gracias a ello nos evitaremos futuras mezclas de sabores con otros alimentos que pongamos en esa tabla. También podemos presentar los quesos en otros materiales, como pizarra, vidrio o platos de cerámica.
Es muy sencillo preparar una buena colección de quesos con la que sorprender y agradar a tus invitados. Lo primero que tendremos que tener claro es para cuántas personas será. En función de ello, tendremos que calcular las cantidades de cada uno de los quesos, cuyo número de tipos diferentes oscilará entre unos cinco y ocho. También debemos tener claro si la comida o la cena va a tener a la tabla de quesos como protagonista principal o si se trata de un entrante antes de platos principales.
Monta tu tabla de quesos con Ahorramas
Es importante, a la hora de elegir los quesos que conformarán nuestra tabla, tener en cuenta los criterios de clasificación de este alimento. Varían si proceden de vaca, de oveja o de cabra, de su tipo de textura, de su tiempo de maduración (los tiernos, curados o viejos), su intensidad y también el lugar del que son originarios. El corte, en triángulo, en recipiente para untar o más fino para los quesos más curados, dependerá también de cada tipo.
El principal consejo a la hora de disponer los quesos en la tabla es que se suelen consumir en el sentido de las agujas del reloj. El orden que debemos respetar, principalmente, es que comamos primero aquellos quesos de intensidad más suave para terminar con los de sabor más pronunciado. Podemos acompañarlos de diferentes tipos de pan y de mermeladas o confituras, e incluso de frutos secos, miel o aceitunas.
En Ahorramas tienes todo lo que necesitas para que tu tabla de quesos sea perfecta. De los tiernos y blandos a los semicurados y de estos a los curados y viejos, aquí, en Ahorramas, está todo el abanico de sabores que convertirá tu tabla en un triunfo. Te proponemos un ejemplo. Podéis empezar por un queso de oveja tierno o una burrata, para después pasar a los clásicos brie, camembert y a uno de nuestros semicurados, por ejemplo Camporeal o el canario El Tofio. De ahí pasaríamos a un Idiazábal y a uno curado en aceite, por ejemplo, y terminaríamos esta espectacular tabla con un queso azul francés Saint Agur. Un auténtico festín para chuparse los dedos.
