En Ahorramas nos tomamos muy en serio el cuidado de nuestro entorno. Eso incluye, claro, algo tan importante para nosotros como poner la máxima atención en la selección de los alimentos de calidad óptima que te ofrecemos. Podríamos decir que es uno de nuestros compromisos más claros y firmes, el de llevar hasta tu casa lo mejor, lo que tú y los tuyos os merecéis. Por eso, ponemos especial énfasis en la variedad de nuestros productos frescos, base de una alimentación natural y equilibrada.
Por otro lado, la preocupación por el bienestar de todos pasa también por el compromiso con el medio ambiente. Ese que, al fin y al cabo, todos compartimos en tanto que podemos decir que este planeta es la gran casa habitada por todos. Sentimos que a la tierra le debemos el mayor de los agradecimientos, ya que esta nos ha regalado con una enorme generosidad sus materias primas, aquellas que nos encanta ofrecerte. Y, además, queremos ayudar a la sostenibilidad del planeta puesto que eso significa un futuro mejor para las generaciones que están por venir.
Conjugando ambos elementos, nuestro amor por la alimentación más natural y el compromiso en el cuidado del medio ambiente, queremos compartir contigo algunos consejos sobre algo que está a nuestro alcance cotidiano. Hablamos de cómo reducir el desperdicio alimentario. Es algo que a casi todos, en mayor o menor medida, nos ha podido pasar o nos pasa al no haber calculado bien la cantidad de alimentos que adquirimos o los que hemos cocinado. Síguenos a continuación para evitar que esto tenga consecuencias ambientales y también en tu bolsillo.
Con Ahorramas, cuidas el planeta ¡y tu paladar!
Antes de nada, definamos el desperdicio alimentario. Básicamente comprende a toda aquella comida que tiramos a la basura mientras estaba todavía en buenas condiciones para consumirla. Nuestro primer consejo es que, a la hora de hacer tu compra, tanto si es de manera semanal, mensual o sin días fijos para ello, elabores una lista. Examina bien las provisiones que tienes ya en casa, fijándote bien en si alguno está próximo a su fecha de caducidad. Diseñar un menú semanal de comidas y cenas también es una buena ayuda para tener previsto todo lo que necesitas de nuestros supermercados y tienda online.
Tener bien organizada la nevera y la despensa es nuestro segundo “tip”. Las fechas de caducidad o los productos que ya están abiertos son buenas guías para clasificarlos. Una regla de oro es guardar aquello que es más nuevo o que aguanta más hacia el fondo para así tener a la vista la comida que tenemos que comer antes. Muchos de esos productos te serán muy útiles para cocinar o en diversas combinaciones con otros y así evitar que se echen a perder. Es la llamada “cocina de aprovechamiento”. Los purés, cremas o sopas con vegetales, salteados con pescados o carnes y las frutas en forma de batido son una excelente idea para no tirar nada.
¿Más recomendaciones? Es importante que calcules bien las raciones que vas a comer en una sola vez. Si después de una comida, te quedas con algo de hambre, es preferible completar con postre, preferiblemente fruta fresca, que haberte servido más de la cuenta en el plato y tener que tirarlo. Puedes también congelar aquella compra recién hecha que no vayas a tomar a corto plazo. Recuerda que las fechas que aparecen en las etiquetas de los envases pueden significar cosas distintas entre sí. “Consumir preferentemente” quiere decir que todavía puedes utilizar ese producto después de la fecha indicada, eso sí, hasta la que aparece como la de caducidad.
Y, como colofón, no olvides algo importante. Apostando por la materia prima fresca y de temporada, a la que ya sabes que en Ahorramas tenemos un especial cariño, te será más fácil planificar y aprovechar tus alimentos. Con nosotros, cuidarte es sinónimo de cuidar al planeta.