La corvina es uno de esos bocados que hacen que una mesa pase de ser buena a espectacular. Y eso que las aguas del mar son generosas, pues nos dan innumerables pescados, una variedad amplísima y riquísima que puedes encontrar siempre con la mayor frescura en nuestras pescaderías. Pero la corvina son palabras mayores. Acompáñanos en este viaje hacia su fascinante e irresistible mundo.
Para abrir boca, empecemos por conocer bien qué es la corvina. Se trata de un pez perteneciente a la familia de los Sciaenidae, a su vez en el orden de los perciformes. Hay muchas especies de corvinas y su tamaño varía en función de ello. Es importante destacar que se clasifica dentro de los pescados blancos, junto a otros como la merluza, el gallo o el lenguado.
La mejor noticia es que ahora mismo estamos de enhorabuena. Nos encontramos en plena temporada de corvina. Es un momento inmejorable para comprar este pescado y prepararlo de mil formas diversas, una cualidad, la de ser tremendamente versátil en la cocina, a la que se presta fácilmente. Y, por encima de todo, no olvidemos que se trata de un tipo de pescado conocido por tener una carne blanca espectacularmente sabrosa y con el punto justo entre firme y tierna. Todo un regalo para el paladar.
La corvina fresca en Ahorramas es un ‘sí’ rotundo
La corvina tiene tantas posibilidades, y un gusto tan suave y a la vez con tanto carácter, que es uno de esos pescados atractivos incluso para quien dice “no ser muy de pescado”. Para empezar, puedes pedir a nuestros experimentados profesionales que te despachen la pieza como tú desees. Limpio y entero, al corte en rodajas o en lomos con piel, puedes llevarte a casa la corvina del modo que más te convenga. Una vez en la cocina, comienza lo más difícil: elegir cómo tu creatividad culinaria va a jugar con este pescado tan especial.
Pero tranquilo, porque desde Ahorramas queremos darte algunas ideas sobre cómo preparar nuestra corvina. Un pescado que tiene, por cierto, origen nacional, y más concretamente de la costa alicantina. Puedes cortarla y presentarla de forma más tradicional en lomos o en filetes. También, en elegantes y vistosos escalopines o en tacos, fáciles y divertidos de comer, especialmente para los más pequeños de la casa. Porque, ¿quién dijo que el pescado era “aburrido”? Pero no acaba ahí la cosa.
A la plancha si quieres algo ligero, al horno, formando parte de un ceviche, en salsa, a la parrilla o como ingrediente principal en una sopa de pescado, la corvina se hará la reina de tu cocina. ¿Quieres más ideas? Prueba a usar medallones de corvina para coronar una menestra de verduras. O en un wok, junto a otros vegetales como tomatitos cherry, pimientos y cebolla, salsa de soja y sésamo, para conseguir un plato con aroma asiático. Y, si prefieres, algo más mediterráneo, nada como una corvina en salsa de tomate con pasta, por ejemplo unos ñoquis, como guarnición.
¡Una vez empieces a experimentar en la cocina con nuestra corvina fresca, te preguntarás cómo has podido pasar tanto tiempo sin ella!