¿Te has preguntado alguna vez por qué le llamamos así al desayuno continental? ¿Y en qué consiste exactamente el desayuno inglés? ¿O qué particularidades tiene el desayuno americano? Tanto si es así como si no, te invitamos a que nos acompañes en este viaje al mundo de la que dicen que es la comida más importante del día.
Hay buenas razones para considerar al desayuno como uno de los ritos fundamentales de nuestras exigentes jornadas. Cada vez tenemos que esforzarnos más en los retos del día a día, especialmente en los días laborales, tan llenos de desafíos. Pero, también, para los más jóvenes, el alto rendimiento es un requisito en las aulas de colegios, institutos y universidades. Para que todos estemos a punto y demos lo mejor de nosotros mismos en nuestras obligaciones, es aconsejable comenzar el día con la carga óptima de energía. Es decir, desayunando bien.
Pero, además, el desayuno es una excusa perfecta para algo muy importante: estar juntos. Ese momento de calma en la mañana, especialmente durante los fines de semana, es propicio para compartir un bien tan preciado como el tiempo con nuestros seres queridos. En familia, o incluso con amigos si se da el caso, esos instantes nos pueden servir para practicar esa costumbre tan nuestra que es la de estar en la mesa profundizando vínculos, preguntándonos cómo ha ido la semana, contándonos anécdotas o trazando planes para el futuro.
Como en todos los momentos importantes de tu vida, Ahorramas está presente contigo. Por eso, te ponemos más fácil y cómodo que nunca preparar los desayunos más nutritivos y originales. Desde nuestras tradicionales tostadas con el pan fresco que te espera en nuestro Obrador, pasando por la fruta natural de primera con la que hacer los zumos y batidos más refrescantes, hasta los brunch más modernos con foies, embutidos, aguacates o sabrosa pastelería.
Continental, inglés o americano: ¿en qué consisten estos tres clásicos desayunos?
Ahora bien, aparte de aquellos más nuestros, existen tres tipos de desayunos que podemos catalogar como clásicos. Son, además, globales, conocidos en prácticamente todo el mundo. El primero de ellos es el desayuno continental. Está relacionado, en sus orígenes, con el país vecino: Francia. Suele componerse de café o té con leche, pan con mermelada o mantequilla y también pequeña bollería como “croissants” o alguna pieza de fruta.
En realidad, este tipo de desayuno llamado continental surgió como una especie de versión de otro, adaptada a todo tipo de público, en especial el de los hoteles, hace ya más de un siglo. Hablamos del desayuno inglés, que no suele distar mucho de ser prácticamente una comida completa. Aunque hay gente a la que le puede imponer por su cantidad, tiene su encanto
esta combinación de huevos revueltos, salchichas, alubias con salsa de tomate y una rebanada de pan tostado. Sin duda una forma de empezar el día llenao de energía. Por su parte, el desayuno americano no engaña acerca de su procedencia. Sus ingredientes principales son los huevos revueltos, el bacon frito, las tortitas con nata o sirope y, como bebida, café con leche o zumo.
Estos son los tres desayunos que podemos considerar como más clásicos, aunque hay casi tantos tipos de esta comida como personas y días. Y esto es lo bueno de los desayunos, de los que en Ahorramas nos declaramos fans absolutos. Acércate a nuestros supermercados y hazte con todo lo que necesitas para levantarte con buen pie cada mañana. ¡Con Ahorramas empiezas el día cargado de energía!