Toxiinfecciones alimentarias: ¿qué son y cómo evitarlas?

Una toxiinfección alimentaria puede estar mucho más cerca de nosotros de lo que crees. Como ocurre con otros objetos, animales o incluso las propias personas, los alimentos pueden albergar microorganismos capaces de causar enfermedades. Cuando alguno de esos portadores entra en contacto con la comida, esta es susceptible de poder contaminarse.

Es entonces cuando estamos expuestos a una toxiinfección alimentaria. Se trata de una enfermedad producida al ingerir alimentos contaminados por bacterias (como la salmonela o la listeria), toxinas que estas producen en los alimentos (por ejemplo la toxina botulínica), virus (como hepatitis A) o parásitos como el anisakis.

La cuestión más importante con respecto a las toxiinfecciones alimentarias es cómo podemos evitarlas. La premisa fundamental es respetar ciertas normas de higiene en el momento de la preparación y durante la conservación de las comidas para garantizar así la seguridad de nuestros alimentos.

Cumplir estas normas es muy sencillo. Para hacértelo incluso más fácil, las hemos agrupado para ti en 5 grandes ideas: limpiar, separar alimentos cocinados de crudos, cocer bien, enfriar y utilizar agua y alimentos seguros.

LIMPIA

  • Lávate las manos antes de empezar a preparar alimentos, después de manipular alimentos crudos y siempre que, durante la preparación de las comidas, manipules basura, pañales, dinero, etc.
  • Lávate las manos después de ir al WC, estornudar, toser, sonarse, y después de tocar animales domésticos.
  • Limpia las superficies y los utensilios de cocina antes de utilizarlos y, especialmente, después de manipular alimentos crudos, como carne, pescado, huevos, pollo, etc.
  • Protege los alimentos y la cocina de insectos y animales domésticos.
  • Lava las frutas y hortalizas, especialmente si se comen crudas.

SEPARA LOS ALIMENTOS COCINADOS DE LOS ALIMENTOS CRUDOS

  • Separa siempre los alimentos crudos de los cocinados. Sepáralos también de los que se consumirán en crudo y ya están limpios.
  • Utiliza utensilios de cocina diferentes (tenedores, cuchillos, platos, etc.) para manipular estos alimentos.
  • En la nevera, conserva los alimentos crudos y los cocinados en espacios diferenciados y en recipientes tapados para evitar la contaminación entre ellos.

CUECE BIEN LOS ALIMENTOS

  • La cocción elimina los microorganismos peligrosos de los alimentos. Si no se alcanza la temperatura adecuada, los microorganismos sobreviven. Por eso, debes cocer suficientemente los alimentos especialmente la carne, el pollo, los huevos y el pescado.
  • Cuece los alimentos que contengan huevo a una temperatura superior a los 75°C en el centro del producto. Cuaja bien las tortillas.
  • Los asados de carne y pollo tienen que llegar a los 75°C en el centro de la pieza. Asegúrate de que los jugos sean claros y no rosados.
  • El recalentamiento a la temperatura suficiente mata los microorganismos que puedan haberse desarrollado durante la conservación del alimento.
  • Recalienta bien la comida. Un alimento está suficientemente caliente cuando hay que dejarlo enfriar para poder consumirlo.

ENFRÍA

  • Algunos microorganismos se multiplican muy rápidamente si la comida se conserva a temperatura ambiente. Por debajo de los 5°C y por encima de los 65°C el crecimiento de los microorganismos se retarda o se detiene.
  • Prepara las comidas con la mínima antelación posible antes de consumirlas y, cuando esto no sea posible, consérvalas refrigeradas.
  • Refrigera lo antes posible los alimentos cocinados. No los mantengas a temperatura ambiente durante más de dos horas.
  • Reparte la comida en recipientes pequeños para facilitar su enfriamiento.
  • Descongela los alimentos dentro del frigorífico o en el microondas justo antes de prepararlos; no los descongeles a temperatura ambiente.
  • La temperatura de la nevera debe estar entre 1 y 4ºC y la del congelador a -18ºC.

USA AGUA Y ALIMENTOS SEGUROS

  • Usa agua potable.
  • Lava las frutas y las verduras, especialmente si se consumen crudas.
  • Recuerda no consumir alimentos después de su fecha de caducidad.
  • Selecciona alimentos saludables y frescos.